Las calles de París (I)

La vida discurre por los sitios dejando trazas que normalmente no podemos descifrar, pero que nos transmiten el espesor del tiempo depositado. En Paris encontramos formas recortadas en el asfalto de las aceras, cicatrices de las operaciones practicadas en el cuerpo vivo de la ciudad por cirujanos con martillos percutores y sierras diales. Unos trazos de geometrías funcionales que se convierten en una metáfora de la dualidad en la que se encuentra el ser humano entre la búsqueda de perfección de la geometría abstracta y las limitaciones que impone la complejidad de la realidad.

En un mundo cada vez mas tecnificado donde toda la producción mecánica nos pone en contacto constante con elementos matemáticamente ejecutados, recuperar unas geometrías artesanales nos pone en contacto con una humanidad de los objetos muchas veces lejana.

Cartografiar heridas de otra época, como el arqueólogo, trazando finas líneas encima de la zona estudiada, numerando las partes, para recoger cada detalle con precisión.

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